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Brasil: Haddad anuncia esperado recorte fiscal, expertos dudan su viabilidad – Simalco

El plan prevé un alivio de unos US$ 5.000 millones para el 2025. El plan prevé un alivio de US$ 5.000 millones para el 2025. Se va a limitar el crecimiento del salario mínimo y fortalecer el control de programas sociales, entre otras medidas.

El ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, presentó un plan de recorte del gasto público que prevé un alivio de R$ 30.600 millones (US$ 5.110 millones) para 2025. Según analistas, este monto resulta insuficiente para alcanzar la meta de «déficit cero», que requeriría al menos R$ 50.000 millones (US$ 8.370 millones).

El anuncio llega tras semanas de expectativa del mercado sobre un plan concreto para revisar los gastos, como parte del cumplimiento del arcabouço fiscal, mecanismo de control del endeudamiento estatal implementado al inicio del mandato de Luiz Inácio “Lula” da Silva.

Haddad destacó que las medidas no tienen como objetivo aumentar los ingresos, sino buscar eficiencia y justicia tributaria. A pesar de afirmar que estaba “muy seguro” en cumplir la meta fiscal, el mercado reaccionó negativamente, llevando por primera vez al dólar a superar los R$ 6.

“El paquete quedó por debajo del necesario para resolver el problema estructural del presupuesto brasileño”, señaló Matheus Rosa Ribeiro, analista de la consultora económica BRCG. “Va a ayudar a alcanzar el piso de la meta fiscal hasta el fin del actual gobierno, pero el próximo necesitará nuevos cambios para cumplir el arcabouço fiscal”, añadió.

En contraste, João Carlos Ferraz, el exvicepresidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), valoró el enfoque del oficialismo: “Creo que están en un buen camino. Por más que las personas que digan que es insuficiente, está priorizando la inclusión, reconstrucción y traer más lógica y calma a un país polarizado. Aquí hay impaciencia, las cosas no se construyen en un día”.

Haddad, en un intento de tranquilizar al mercado, instó a reevaluar las acciones del gobierno, recordando errores previos en las proyecciones económicas.

Desglose de las medidas anunciadas

El plan presentado consiste en dos partes: una Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) y un Proyecto de Ley (PL). Según proyecciones iniciales, podría generar ahorros acumulados de R$ 327.000 millones hasta 2030, aunque expertos han cuestionado la viabilidad de este cálculo.

Entre las medidas más destacadas está el ajuste en el cálculo del salario mínimo, que se limitará a las reglas arcabouço fiscal. Ahora el crecimiento máximo será del 2,5% por encima de la inflación anual, dejando atrás la fórmula actual basada en inflación más PIB. El anuncio también es importante porque el valor salario mínimo indexa varios gastos públicos, como pensiones y jubilaciones.

Juliana Inhasz, profesora de Economía en Insper, criticó la propuesta calificándola como una «regalía», señalando que “el aumento del salario mínimo por encima de la inflación sigue perjudicando las cuentas públicas” y que el impacto del ajuste es discreto.

Por otro lado, João Pedro Leme, consultor de Tendências, valoró positivamente esta limitación, así como la prohibición de ampliar, prorrogar o crear nuevos beneficios tributarios. “Las medidas poseen el espíritu correcto”, afirmó, aunque advirtió que algunas, como los cambios en las reglas de acceso a las pensiones militares, no tendrán efectos inmediatos.

Otras propuestas incluyen el fortalecimiento de los controles para prevenir fraudes en programas sociales como la Bolsa Familia y la introducción de una edad mínima para acceder a pensiones militares. Sin embargo, Inhasz expresó dudas sobre el impacto real: “No todas las medidas se implementarán el próximo año, lo que pone en entredicho los resultados proyectados”.

Exención del impuesto

La propuesta de reducción del gasto público vino acompañada de una medida que amplía el rango de exención de impuesto a la renta para personas con ingresos de R$ 2.260 hasta a aquellas que perciben R$ 5.000 mensuales (alrededor de US$ 830).

Según el ministro Fernando Haddad, esta iniciativa sería compensada con la implementación de un impuesto a los “super-ricos”. Sin embargo, los expertos consultados coincidieron en que esta propuesta genera más incertidumbres que beneficios.

João Pedro Leme señaló que “es una medida políticamente controversial que implica una renuncia fiscal de casi R$ 45.000 millones (unos US$ 7.370 millones) en un contexto de frágil estabilidad fiscal”. Además, advirtió que esta decisión podría aumentar la incertidumbre en el mercado interno, presionando el tipo de cambio y complicando la gestión de la política monetaria por parte del Banco Central.

Matheus Rosa Ribeiro, enfatizó la falta de claridad sobre cómo se compensarán los ingresos perdidos, lo que incrementa las dudas sobre las perspectivas fiscales del país. Por su parte, Juliana Inhasz cuestionó la viabilidad del impuesto a los “super-ricos”: “Es una medida coherente en teoría, pero depende de cómo se implemente. Además, creo que enfrentará dificultades para ser aprobada en el Congreso”.

Aún no hay un cronograma definido para las votaciones del proyecto, aunque el gobierno y los líderes del Congreso han manifestado su intención de discutirlo antes de que termine el año.

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